Justo como la biblioteca de mi barrio …
La Biblioteca de Alejandría resurge
Fuente: Milenio.com
Un año después de que se terminara su construcción, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, inauguró la nueva Biblioteca de Alejandría, que se construyó en el mismo sitio donde se encontraba el recinto original, en la ciudad portuaria egipcia del mismo nombre. Los egipcios aspiran a que el edificio en el paseo marítimo, cuya construcción costó 220 millones de dólares, muestre que el país de los faraones es hasta hoy “un faro del saber y de la civilización”. El edificio tardó 12 años en ser construido y los costos fueron cubiertos en 50 por ciento por el gobierno egipcio, la otra mitad fue aportada por otras naciones. A la ceremonia celebrada en la ciudad egipcia, apodada la novia del Mediterráneo, acudieron invitados de Estado de diversos países, entre ellos la reina Sofía de España, el presidente francés Jacques Chirac, y numerosos Premios Nobel. Los funcionarios, escolares y estudiantes de la ciudad de seis millones de habitantes gozan de días libres desde el martes hasta el de esta semana como parte de las celebraciones. Oficialmente se dijo que eso les facilitará la participación en los actos de inauguración. Sin embargo, algunos observadores creen que se trata de una medida de seguridad y de precaución para evitar un caos de tráfico y otros sostienen que se apresuró la apertura para anticiparse a un eventual ataque de Estados Unidos a Irak. La nueva Biblioteca de Alejandría pretende ser una versión moderna de la que construyó Ptolomeo I (305-283 a.C.) y que fue destruida por las llamas en el año 471 a.C. en enfrentamientos bélicos. En aquella biblioteca se guardaba todo el saber de la antigüedad. Los historiadores discuten hasta hoy de quién fue la culpa de que se incendiara. Debido a la delicada situación política en Cercano Oriente, el gobierno egipcio pospuso varias veces la inauguración. También las violentas protestas estudiantiles antiisraelíes a comienzos de este año incidieron en la postergación. Según la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la biblioteca, que en el futuro albergará ocho millones de libros, hay actualmente sólo 240 mil volúmenes. Egipto espera recibir donaciones del exterior. La biblioteca contará con salones de lectura, un planetario, una biblioteca para ciegos y varios salones de exposiciones. El proyecto comenzó a gestarse en 1991 con la adquisición de 40 mil volúmenes para el acervo. Dos años más tarde se hicieron los estudios preliminares, el diseño del proyecto y se adquirieron 30 mil volúmenes más. Hacia 1994 comenzaron los programas de entrenamiento para el personal y recopilación de varias experiencias de expertos. La financiación de la construcción del edificio contó con participación de gobiernos y organizaciones extranjeras. El nuevo edificio con el techo inclinado de color plateado y la fachada de granito gris fue diseñado por el estudio de arquitectura Sonhetta de Noruega. De acuerdo con el testimonio de Richard Holmquist, funcionario de UNESCO encargado de supervisar el proyecto, la biblioteca ofrecerá un acervo de manuscritos raros y copias de obras antiguas procedentes de monasterios y museos de todo el mundo, adquiridas o donadas. Un ejemplo de estos acervos son las copias microfilmadas procedentes de la colección de El Escorial, en España, compuesta de manuscritos raros hechos en Andalucía por escolares de ascendencia árabe durante la ocupación de la península ibérica.
El recinto contará con colecciones únicas de documentos en torno a Egipto, Alejandría, civilizaciones antiguas y medievales, así como disciplinas contemporáneas; también se contará con materiales de ciencia y tecnología. Estos documentos estarán disponibles a través de la red ya que la Biblioteca de Alejandría estará conectada con otras instituciones en todo el mundo y será la más importante biblioteca digital en la región”.
No todo es gozo
La biblioteca que hace cerca de 2 mil 500 años fue abierta, fue el espacio donde renombrados científicos de la antigüedad, como Arquímedes y Euclides, estudiaron. El proyecto de reconstrucción estuvo rodeado de controversias ya que se dijo que piezas valiosas fueron destruidas durante los trabajos, además de las críticas a lo que se consideró un gasto extravagante y superfluo que no mejorará la educación en un país de 68 millones de habitantes.
La declaración inaugural de la biblioteca hace referencia al deseo de que ahí se aliente un espíritu de investigación crítica.
El sitio de internet de la cadena BBC reportó que el director de la Biblioteca aseguró que habrá mecanismos que impidan la censura a cualquier libro, esto a raíz de que las autoridades religiosas egipcias han prohibido numerosos libros, incluyendo algunos de Naguib Mahfouz, ganador del Premio Nobel de Literatura, que hasta ahora tampoco se encuentran en los estantes del recinto.
De acuerdo con la BBC, funcionarios egipcios dijeron que en un futuro cercano se irían adquiriendo esos libros de temas delicados y confiaron en que sea honrado el principio de libertad de expresión, que deberá ser matizado con algo de pragmatismo para no ofender a los radicales islámicos que cada vez ganan más adeptos.
México en Alejandría
Para alimentar el acervo que la Biblioteca de Alejandría resguardará entre sus muros han sido dos las principales instituciones que han nutrido el apartado mexicano: la Asociación Mexicana de Amigos de la Biblioteca de Alejandría (AMABA) y la Universidad de Colima, a través del Centro Nacional Editor de Discos Compactos (Cenedic).
La Universidad de Colima fue la primera dependencia en donar un archivo digital a este acervo. La aportación consta de una colección de discos compactos entre las que se incluyen enciclopedias de diferentes editoriales. Además, según menciona Lourdes Feria, directora del Cenedic, también se enviaron colecciones completas de temas como medicina, arte, literatura, historia, además de todo el catálogo de esta editorial.
“Mandamos discos de todas las casas editoriales que han contratado nuestros servicios para hacer sus versiones digitales. Entre otras, está la UNESCO, la Secretaría de Salud, la de Educación y también la UNAM”.
Asimismo, se incluyó el libro El grabado mexicano del siglo XX, de Hugo Cabantes, que se digitalizó por iniciativa del propio autor. Además se enviaron materiales educativos multimedia.
“Aquí el mundo verá lo adelantado que está nuestro país en los soportes electrónicos que, aunque se habla mucho, sigue siendo un tema nuevo. De las colecciones digitales de la Biblioteca de Alejandría entre las aportaciones que se han hecho, la más fuerte e importante es la de México”.
Creada a finales de 1994, la AMABA comenzó a trabajar, junto con la embajada de Egipto en México, para surtir a este recinto de materiales convencionales. Según explica Nidia Egremy, subdirectora de la asociación, se trató de nutrir de una vasta producción cultural, con temáticas históricas, etnográficas, musicales y arqueológicas, ya que se trataba de mostrar todas las variantes que conforman nuestra cultura.